Un horno o estufa solar es un dispositivo que permite calentar o cocinar toda clase de alimentos usando la radiación solar.
Así como sucede al elegir cualquier sistema de distribución energética o mecánica sustentable, se deben considerar y analizar todos los detalles al adquirir una estufa solar que se adapte a las necesidades requeridas en el hogar.
Los hornos o estufas solares son dispositivos que permiten calentar o cocinar toda clase de alimentos usando la radiación solar como fuente principal de energía. Existen dos tipos de hornos de radiación solar: de concentración o de caja.
Como su nombre lo indica, las estufas solares de concentración centralizan la radiación del sol en un punto específico comúnmente por medio de un reflector con forma parabólica. Dentro de ese punto, se coloca el recipiente u olla que cocinará los alimento. Al igual que las cocinas basadas en energías convencionales, el usuario debe tener cuidado con las estufas solares mismas que pueden generar altas temperaturas capaces de freír la carne más dura o hervir el agua más fría.
A diferencia de las estufas de concentración, las estufas de caja están diseñadas con materiales que generalmente son de baja conducción de calor, característica que reduce el riesgo de quemaduras o incendios de cualquier tipo. Estas estufas están colocadas en una caja aislada térmicamente que captura la energía solar y mantiene caliente el interior. Por la característica de baja temperatura, este dispositivo es difícil que logre quemar o quitarle a los alimentos el sabor y valor nutrimental.
Aunque los primeros prototipos de estufas solares se remontan a 1797 y se adjudican a Horace de Saussure, quien experimentó con el efecto invernadero e inclusive cocinó con el sol, fueron los trabajos de investigación de la dra. húngara Maria Telkesi quien de 1950 a 1970 dio las bases de la cocina tipo horno, trabajo que fungió como base para investigaciones posteriores. Así, las estufas solares entrarían de lleno al desarrollo comercial dentro del consumo humano.
Dentro de la construcción básica de una estufa solar, se requiere una caja de cartón. También papel aluminio que se pegará al interior de las solapas de la caja; el interior de la misma se debe pintar de color negro para ganar calor. La olla que cocinará los alimentos se pondrá en el centro del interior de la caja que estará en una posición directa al sol y se cubrirá con un vidrio que creará el efecto invernadero generando temperaturas internas de hasta 150 grados centrígrados. Temperatura que aunque tomará más tiempo en la cocción, no figura como una desventaja mayor, pues el ahorro económico que ofrecen las estufas solares es por mucho, más conveniente que el uso de estufas de gas o electricidad.
Artículos Populares