Aunque no lo creas, existen formas de ahorrar con la energía solar que no son tan costosas, y las lámparas solares para jardín son una de ellas.
Cuando escuchamos hablar de la energía solar y cómo utilizarla, es muy común que lo primero que venga a nuestra mente sean paneles solares o calentadores de agua. Y aunque en caso de adquirir este par de productos comenzaríamos a ahorrar mucho dinero a mediano y largo plazo, la verdad es que en un inicio sí luce un poco complicado poder comprarlos, pues su costo no es nada barato.
Pero entonces, ¿nos olvidamos de aprovechar los rayos del sol para ahorrar dinero? No necesariamente, pues por fortuna existen otras opciones como las lámparas solares para jardín, que aunque quizás no son tan populares, también pueden ayudarnos a reducir un poco nuestras facturas de electricidad.
En cuanto a su diseño, las lámparas solares para jardín suelen ser pequeñas, se ubican al nivel del suelo, normalmente enterrándolas en él o ubicándolas a lo largo de lugares que consideremos necesitan iluminación. Desde luego se alimentan de los rayos del sol, y son una forma práctica y sencilla de mantener iluminado ya sea nuestro jardín o nuestro patio. Además, al depender completamente de la energía solar, no necesitan de ningún tipo de enchufe para funcionar.
La electricidad que se obtiene gracias a las células fotovoltaicas ubicadas en la parte posterior de estas lámparas, permite que puedan iluminar a su alrededor de forma inmediata. Para que esta energía puede solar pueda usarse durante la noche, es necesario contar con una batería que la almacene. Comúnmente esta batería no es reemplazable, pero existen modelos que para funcionar requieren de baterías doble A.
Para prolongar al máximo la vida de estas lámparas, se recomienda limpiarlas de forma periódica con un paño húmedo. En cuanto a los modelos que cuentan con baterías extraíbles, será necesario cambiar sus baterías cada uno o dos años para obtener el mejor funcionamiento posible.
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